Musiquita de Ambiente.XD

Heey!=)

Que tal? Pues para empezar, nos presentamos:
Irene (Pam) escribe desde hace mucho, y cuando caimos juntas en el insti en primero, pues me metio en este mundo a mi, Claudia (Bimbo). Desde entonces, las dos nos recomendamos y corregimos mutuamente. En este blog, nos hemos propuesto escribir una especie de mini-historias. Pero no son muy normales. Ademas, cada una ira escribiendo las suyas con un requisito: en todas las mini-historias tiene que aparecer la palabra '' Pan Bimbo''. Espero que os gusten y que encontreis la palabra.xD
Por cierto! De vez en cuando, el ''y'' de Pam ''y'' Bimbo, va a ser Lorena, otra amiga.XD
LAS CABEZAS!!XD

jueves, 1 de julio de 2010

1. La Bella Durmiente (Cuentos Remasterizados)

Ya todos conocemos el cuento de La Bella Durmiente. Todos sabemos que trata sobre la princesa que al pincharse con una aguja que le da una malvada bruja cae en un sueño del que solo un príncipe podrá despertarla, que todo su reino queda sumido en un mismo sueño, que el príncipe tiene que llegar hasta ella sorteando terribles dificultades y tal y cual y esto y aquello y lo de más allá. Muy bien, ahora sabréis la verdadera historia:

En un reino del quinto pino, vivía una gente cuya única razón de vivir era la fiesta. Todos los días era fiesta de la bebida y cuando no, lo era de la droga. Las flores de los jarrones se marchitaban porque se bebían su agua y si las calles estaban limpias es porque se esnifaban hasta el polvo.

La reina se quedó preñada, no sé sabe muy bien de quién, y tuvo un descendiente para el trono. Fue una preciosa niñita a la que le chiflaba inyectarse sustancias en vena y los colores de colorines, valga la redundancia, a la que llamaron Beylis. En un principio pensaron en llamarla Bella, pero ¿qué hay más bello en el mundo que el Beylis con hachís? Además se cuenta que durante las complicaciones del parto, la reina solo pudo soportarlo bebiendo este milagroso licor hasta perder la conciencia, lo malo es que los médicos también bebieron y se les cayó la niña al suelo de cabeza…

Los años fueron pasando y la niña con nombre de licor creció. Llegó el día de la Cogorza, su día mayor en el que se celebraba tanto la droga como la bebida y que duraba toda una semana, más todo un mes para recuperarse.

Todo el pueblo era feliz y la fiesta comenzó.

Cuando en palacio empezaron a quedarse sin drogas para vena, la joven Beylis fue hasta la más alta torre en busca de algo de droga y de paso quedarse con un poquito más para ella.

Allí se encontró con una extraña mujer comiendo Pam Bimbo que le ofreció una jeringa. En un principio pensó que venía a quitarle su preciada droga y la atacó con una silla estilo jaula de hierro.
La mujer tuvo que explicarle como siete u ocho veces que ella no era una ladrona, sino traficante.

-Mira, tengo algo que no encontrarás en ningún otro sitio y que nadie te permitirá probar jamás –dijo sacando la jeringuilla más hermosísima que jamás hubiera visto, con manchitas rojas y verdes y que olía igualito que los huevos negros que preparaba su abuela. Beylis tocó aquella maravilla que le ofrecía, era áspera y las partes rojas se desprendían en sus dedos.

-¿Cómo hicisteis para conseguir tal textura? –preguntó anonadada.

-Oh, es que es de acero oxidado, un material único que nunca encontraras en una jeringuilla –te creemos, no hace falta que lo jures-. Pero no todo se debe a los materiales, sino también por su preparación, la deje dos meses en un pantano para que se pusiera bien, bien.

-¿Y es segura?

-Por supuesto, ha sido probada por 50 personas antes de usted y ninguno se ha quejado en vida, no podía arriesgarme a que no le funcionara.

Las palabras de la vieja fueron más que suficiente. Se clavó la aguja con todas sus fuerzas y… y… La vista empezó a nublársele, cayó al suelo drogada con la sonrisa más tonta del universo en la cara.

La vieja se marchó.

Beylis estaba en competo éxtasis, pero la cosa no le fue muy bien, a las pocas horas la terrible infección de estreptococos se extendió por todo su cuerpo y entró en coma.
La fiesta siguió sin descanso dos días más hasta que todos los presentes cayeron borrachos a más no poder.

Como los jardineros estaban en estasis o borrachos pronto creció un espeso matorral de espino alrededor del castillo.

Todos siguieron dormidos o en coma durante mucho tiempo hasta que un día…

Vino un hombre que atravesó el espino y lo más peligroso de todo, el mar de vómitos (puag, que asco, necesitare terapia después de esta imagen). También tuvo que enfrentarse a las Tortugas Carnívoras que anidaban en los jardines y que por poquito le quitan tres dedos de una mano. Atravesó con éxito y dos costillas menos, El Pasillo de Suelos Recién Fregados. Pudo pasar dormido y descalzo sin que ni un solo mueble atacará sus desprotegidos pies. Subió las peligrosísimas Escaleras Desvencijadas, que se caen a trozos de lo viejas que están. Logró que las frutas no se echaran a perder al cavo de 4 semanas al sol. También que las tostadas no caigan para el lado de la mermelada y que las cosas que suben no vuelvan a bajar. Escupió al viento y no se lo devolvió. Consiguió que los sándwiches no se quedarán pegados en la sandwichera y que además ¡tuvieran estampada la cara de Chuck Norris! Aquel hombre no era un cualquiera sino ¡el inventor de la vacuna contra los estreptococos!

Curó a la princesa y puso en un programa de desintoxicación a toda la ciudad. Los fabricantes de productos contra la adicción se forraron y el médico se casó con la princesa y la utilizó como conejillo de indias para sus vacunas.

Y vivieron felices y bebieron Beylis!

1 comentario:

  1. muy bueno, la idea es un poco estúpida pero para pasar el rato está muy pero que muy bien. Me ha gustado mucho. Pasaros por mi blog cuando podais. Besos

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